Insuficiencia Venosa Crónica (IVC)
Las enfermedades de las venas en las piernas son muy frecuentes, aunque no es extraño que también aparezcan en las manos y en los pies. Es importante identificar los síntomas asociados como son el picor, las manchas, los calambres, los edemas (hinchazón), las úlceras (llagas), así como otras alteraciones en la piel.
La aparición de las venas varicosas es un signo de la progresión de la enfermedad venosa crónica. Cuando las válvulas venosas fallan, la sangre se estanca, las venas se dilatan y se produce la Enfermedad Venosa Crónica que en su máxima expresión lleva a la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), un verdadero problema de salud que afecta a mucha población adulta y mayor.
Recomendaciones para el cuidado y tratamiento de la Insuficiencia Venosa Crónica
Se recomienda prestar especial atención al cuidado y tratamiento de la patología Venosa Crónica. Con el fin de afrontar las enfermedades de las venas de una forma más saludable, os recomendamos seguir éstos consejos:
- Evitar pasar mucho tiempo sentado.
- Evitar pasar largos periodos de tiempo de pie.
- Practicar ejercicio regularmente. Caminar, montar en bicicleta o nadar, facilita la circulación de la sangre y el retorno venoso.
- Evitar el sedentarismo.
- Cuando esté indicado es aconsejable el uso de calzado ortopédico, especialmente adaptado con una forma de plantilla idónea.
- Llevar zapatos con un tacón de entre 3 y 4 centímetros.
- Evitar llevar tacones altos.
- Utilizar medias de compresión que facilitan el retorno venoso.
- Evitar la ropa ajustada, ya que puede dificultar la circulación venosa normal.
- Mantener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad agravan los síntomas de la EVC i la IVC.
- Comer de manera sana e introducir alimentos ricos en fibra en nuestra dieta habitual.
- Evitar fuentes de calor.
- Visitar periódicamente al médico flebólogo y seguir sus instrucciones.
- Considerar el trato con el farmacéutico como profesional sanitario, cercano y aliado, a lo largo de la enfermedad.
- Mantener una correcta adherencia al tratamiento indicado por el médico flebólogo.