Eres una persona mayor de 40 años y tienes antecedentes familiares de varices? Quizá tengas una elevada probabilidad de desarrollarlas. Pero así y todo también existen otros factores que aumentan el riesgo de aparición de varices, como el sedentarismo, la obesidad o los cambios hormonales. Vamos a ver más detalladamente algunos de estos aspectos.
Factores de riesgo en la aparición de venas varicosas
Obesidad
Según datos de estudios recientes, la obesidad está particularmente asociada al desarrollo de varices, sobre todo en mujeres. De hecho, la obesidad aumenta el riesgo de sufrirlas por factores relacionados con el embarazo, la grasa acumulada asociada a la celulitis, los hábitos sedentarios y las lesiones artrósicas.
Sedentarismo
El sedentarismo también contribuye a la aparición de varices o a hacer que éstas empeoren. La falta de actividad física dificulta el retorno venoso en las piernas. En condiciones favorables, la sangre que llega a las extremidades vuelve al corazón a través de las venas para facilitar la circulación.
Por tanto, las piernas son las principales impulsoras del retorno venoso, sobre todo los músculos de la pantorrilla y el pie. Por este motivo, las personas que permanecen mucho tiempo sentadas o sin moverse son más propensas a desarrollar varices. Esta situación se agrava si además se suman otros factores de riesgo como la obesidad, la genética o los embarazos.
Antecedentes familiares
Si nuestros antepasados han sufrido varices, es muy posible que también las podamos padecer. De hecho, un gran porcentaje de personas sufre varices a causa de factores hereditarios. Este problema afecta, sobre todo, en madres e hijas.
Aún así, cabe puntualizar que el factor hereditario no implica que deban desarrollarse con seguridad, sino que más bien existe una predisposición genética a tenerlas. Aunque también pueden entrar en juego otros factores relacionados con los malos hábitos como el tabaquismo, la falta de una dieta equilibrada o el sedentarismo.
En cualquiera de los casos, la prevención siempre es la mejor arma para evitar futuros problemas circulatorios o desarrollar varices.
Si por contra estás empezando a sufrir los primeros síntomas de varices, como cansancio, dolor, calambres, hormigueo o picor en las piernas, puedes recurrir a tratamientos no invasivos (sin cirugía) para eliminarlas, como la escleroterapia con espuma. Esta técnica consiste en inyectar una sustancia espumosa en las venas varicosas para eliminarlas, tanto para pequeñas venas (arañas vasculares), como para aquellas de mayor tamaño.
Si estás preocupada/do y presentas alguno de los síntomas descritos, pide cita con la Dra. Bonany, te ayudará y asesorará para conseguir la mejor solución según tu caso.