Si alguna vez has sentido las piernas pesadas, las has hinchadas o con varices, es posible que te hayan hablado de la terapia de compresión. Se trata de un método no quirúrgico muy eficaz para mejorar la circulación y aliviar los síntomas de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC). Pero, ¿en qué consiste exactamente y cómo puede ayudarte?

¿Cómo funciona la terapia de compresión?

Para comprender su función, antes hablaremos sobre la IVC (Insuficiencia Venosa Crónica). Esta afección ocurre cuando las venas de las piernas tienen dificultades para devolver la sangre al corazón, ya sea porque sus válvulas no funcionan bien o porque las paredes venosas están debilitadas. Como resultado, la sangre se acumula en las piernas, causando sensación de pesadez, hinchazón e incluso dolor.

Aquí es donde entran en juego las medias de compresión terapéutica. Estas ejercen una presión gradual en la pierna, mayor en el tobillo y menor a medida que sube hacia el muslo. Esta presión ayuda a que la sangre fluya mejor y hace que se acumule menos en las venas.

Tipos de medias de compresión

No todas las medias de compresión son iguales. Dependiendo de la necesidad de cada paciente, existen diferentes niveles de compresión:

  • Ligera (8-15 mmHg): indicada en caso fatiga o hinchazón leve en las piernas.
  • Moderada (15-20 mmHg): indicadas para prevenir la aparición de varices y aliviar las molestias del día a día.
  • Fuerte (20-30 mmHg): en pacientes que ya tienen varices ya han pasado por algunas enfermedades o ciertos tratamientos médicos.
  • Muy fuerte (30-40 mmHg): recomendada sólo en casos especiales.

Beneficios

  • Favorecen la circulación sanguínea.
  • Reducen la hinchazón y la sensación de pesadez en las piernas.
  • Disminuyen el riesgo de complicaciones venosas.
  • Son una excelente opción para prevenir la aparición de nuevas varices.

Si tienes problemas de circulación en las piernas, la terapia de compresión puede ser una solución sencilla y efectiva para mejorar tu bienestar. Para ello, es fundamental consultar con un médico especialista en flebología para saber cuál es el grado de compresión adecuado y así obtener los mejores resultados.