Una de las preguntas más frecuentes en consulta es si las arañas vasculares son varices. La respuesta es sí. Las arañas vasculares —también llamadas telangiectasias— son una manifestación leve de insuficiencia venosa.

Al igual que las varices, se deben a la dilatación de los vasos venosos, pero en este caso, se trata de capilares muy pequeños, de unos 2 mm, que se localizan justo debajo de la epidermis. Suelen presentar un color rojizo o violáceo y disponerse de forma aislada o formando una red ramificada, lo que les da ese aspecto característico que recuerda a una telaraña.

Las arañas vasculares, al igual que las varices, pueden presentar síntomas comunes como:

  • Picor en las piernas
  • Hormigueo
  • Sensación de piernas cansadas
  • Hinchazón
  • Dolor y molestias generalizadas

¿Por qué aparecen las varices?

La aparición de varices se produce de manera progresiva debido a una combinación de factores que comprometen el buen funcionamiento del sistema venoso. Entre los más relevantes, destacamos:

  • Factores hormonales: Las hormonas femeninas, especialmente los estrógenos y la progesterona, reducen la resistencia de las paredes venosas, favoreciendo su dilatación, especialmente durante el embarazo o la menopausia.
  • Actividad laboral prolongada de pie: Las profesiones que requieren estar muchas horas de pie dificultan el retorno venoso desde las piernas hacia el corazón, lo que favorece la acumulación de sangre y la aparición de varices.
  • Temperaturas elevadas: El calor provoca una mayor dilatación de los vasos sanguíneos, aumentando la sensación de pesadez en las piernas y acelerando la formación de nuevas varices.
  • Sobrepeso: El exceso de peso supone una carga adicional para el sistema venoso de las extremidades inferiores, dificultando aún más el retorno venoso.
  • Edad: Con el paso del tiempo, las venas pierden elasticidad y se debilitan. Se estima que hasta un 70% de las personas mayores de 70 años presentan algún grado de enfermedad venosa crónica.
  • Antecedentes de trombosis venosa profunda: Las trombosis pueden dañar las válvulas internas de las venas, provocando un aumento de presión en el sistema venoso periférico y favoreciendo la aparición de varices secundarias.

¿Existe una predisposición hereditaria?

Si bien hay una cierta predisposición genética a desarrollar varices, el componente hereditario no es, por sí solo, un factor determinante. De hecho, se estima que solo en un 17% de los casos las varices pueden atribuirse exclusivamente a causas hereditarias.

En la mayoría de las situaciones, su aparición está más relacionada con factores ambientales y hábitos de vida, como el sedentarismo, la exposición prolongada al calor o el exceso de peso. Por eso, adoptar un estilo de vida activo y saludable es fundamental tanto para prevenir como para frenar la progresión de la enfermedad venosa.

¿Cuándo debo buscar ayuda para tratar mis varices?

Ante los primeros síntomas descritos, o la aparición de varices visibles —incluidas las arañas vasculares—, es aconsejable visitar a un médico especializado en enfermedades venosas. Una valoración profesional permite determinar el grado de insuficiencia venosa y establecer las opciones de tratamiento más adecuadas, ya sea para eliminar las varices o mejorar su aspecto. Actuar a tiempo es clave para prevenir su progresión y mejorar la salud y el bienestar de las piernas.