Las venas inflamadas en las piernas son un problema común que puede afectar la calidad de vida de las personas que las padecen. A menudo son visibles en forma de venas hinchadas o retorcidas bajo la piel, pudiendo ser un signo de una condición más grave, como la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC). Hoy explicaremos las causas, los síntomas y cómo prevenirlas para mejorar tu salud.

¿Qué son las venas inflamadas en las piernas?

Las venas inflamadas aparecen cuando éstas se ensanchan o las válvulas que hay en su interior no funcionan correctamente. Esto provoca una disminución en el flujo sanguíneo y un aumento en la presión dentro de las mismas. Con el tiempo, esta presión puede causar acumulación de líquido en las piernas, lo que da lugar a la hinchazón (edema) y algunos síntomas molestos en las piernas.

Causas

  1. Insuficiencia Venosa Crónica (IVC)

La IVC es una de las principales manifestaciones de las venas inflamadas. Ocurre ante la dificultad de las venas de retornar la sangre de las piernas hacia corazón, generalmente debido a:

  • La edad. El envejecimiento, tiende a debilitar las paredes de las venas.
  • Sobrepeso. Aumenta la presión sobre ellas.
  • Permanecer sentado/a o de pie durante largos períodos.
  • Cambios hormonales durante el embarazo.
  1. Factores de aparición de la IVC

El estilo de vida sedentario y la alimentación inadecuada pueden empeorar los síntomas al contribuir al aumento de presión en las venas. Además, las personas con antecedentes familiares con varices son más propensas a desarrollarla.

Síntomas comunes

Aunque los signos pueden ser asintomáticos en algunos casos, muchas personas experimentan:

  • Sensación de pesadez en las piernas.
  • Dolor o calambres, especialmente al final del día.
  • Cansancio y hormigueo en las piernas.
  • Cambios en el color de la piel, como manchas oscuras o la aparición de venas varicosas visibles.

Prevención

Adoptar hábitos saludables ayudan a la prevención, reduciendo el riesgo de presentar una Insuficiencia Venosa Crónica (IVC).

  1. Mantener un peso saludable.
  2. Hacer ejercicio regularmente. Actividades como caminar, nadar o montar en bicicleta mejoran la circulación sanguínea y fortalecen las piernas.
  3. Cuidar la alimentación. Una dieta equilibrada rica en fibra y baja en grasas también son beneficiosas.
  4. Evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado/a. Si debes permanecer en estas posiciones por trabajo u otras razones, es importante cambiar de postura frecuentemente y mover los pies para estimular el retorno flujo sanguíneo venoso de las piernas.

Las venas inflamadas en las piernas no solo son una molestia estética, sino que pueden ser un signo de insuficiencia venosa crónica. Adoptar medidas preventivas como el ejercicio junto a una alimentación equilibrada, ayuda a mejorar la circulación y reducir los síntomas. Si se experimentan molestias persistentes, es necesario consultar a tu médico especializado en varices para recibir un tratamiento adecuado.