El síndrome de congestión pélvica, también conocido como varices pélvicas, es una enfermedad que afecta a 1 de cada 5 mujeres después del embarazo.
El aumento de flujo sanguíneo durante el embarazo conlleva cambios circulatorios que pueden afectar a los órganos genitales internos femeninos. Por tanto, los síntomas más comunes ante la aparición de varices pélvicas después del embarazo son las menstruaciones abundantes y/o dolorosas, o bien alteraciones en la periodicidad de la menstruación.
La progresión de esta enfermedad también puede producir otras complicaciones como el desarrollo de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), causando cansancio, dolor, hinchazón o pesadez en las piernas. Una de las pruebas a realizar para medir el flujo sanguíneo de las venas en las piernas y conocer su consistencia, cantidad y velocidad en un determinado momento es la Ecografía Doppler. Los resultados de esta prueba ayudarán a determinar cualquier tipo de dolencia en relación con la circulación de la sangre en las piernas, como la Insuficiencia Venosa Crónica.
Cómo aliviar y tratar las varices pélvicas durante el embarazo
- Una de las principales medidas para sobrellevar las varices pélvicas es evitar el aumento de peso durante el embarazo.
- También es importante evitar el sedentarismo. Por ejemplo, puedes realizar ejercicios de bajo impacto como caminar cada día durante media hora.
- El reposo con las piernas elevadas durante unos 15 o 20 minutos, varias veces al día, también te ayudará a favorecer el retorno venoso en las piernas.
- Usa medias de compresión prescitas por tu médico para mejorar la circulación en las piernas. Las medias indicadas ejercerán una suave presión sobre ellas para que la sangre circule hacia arriba.
- Mantén una dieta equilibrada rica en fibra para evitar el estreñimiento e introduce alimentos venotónicos. El estreñimiento favorece la aparición y empeoramiento de las varices. El salvado de avena y los alimentos integrales te ayudarán a regular el tránsito intestinal.
- Evita el uso de prendas de vestir muy ajustadas al cuerpo y un calzado con un talón alrededor de 3 cm de altura.
- Hoy en día, los tratamientos para las varices pélvicas se realizan a través de un procedimiento mínimamente invasivo. Esto quiere decir que no requiere cirugía ni postoperatorio y permite la incorporación inmediata en tu vida diaria.