La escleroterapia con microespuma es uno de los mejores métodos para eliminar varices y arañas vasculares gracias a su carácter mínimamente invasivo y a su efectividad. Además, es un procedimiento avalado por las principales sociedades científicas nacionales e internacionales relacionadas con la flebología, como El Capítulo español de Flebología y Linfología en España, que la considera como uno de los tratamientos más vanguardistas y efectivos para eliminar pequeñas venas varicosas o arañas vasculares como alternativa a la cirugía.
¿En qué consiste la escleroterapia con microespuma?
La técnica consiste en inyectar directamente en la vena una sustancia esclerosante en forma de espuma con el fin eliminar las varices por completo. Esta sustancia hace que la vena cicatrice y, por tanto, ayude a reencaminar la sangre hacia las venas más sanas, provocando su desaparición.
Una vez finalizada la intervención, sólo será necesario que lleve una compresión que se pone a la misma consulta y que sólo se lleva unas horas. Será bueno que camine después del tratamiento. Estas medidas ayudan a mejorar el tratamiento y el retorno venoso en las piernas. También es importante evitar la exposición al sol y usar filtro solar en toda la zona tratada, como haríamos habitualmente, con el fin de evitar las manchas oscuras que el sol puede provocar en la piel sana.
¿Cuáles son sus ventajas?
La escleroterapia con microespuma es un procedimiento seguro y prácticamente indoloro. No requiere cirugía, anestesia, ni estudios preoperatorios. Además, la recuperación es muy rápida y el paciente podrá levantarse y caminar una vez finalice el procedimiento para retomar la actividad diaria.
Por otro lado, es un procedimiento que ayuda a mejorar los síntomas relacionados con las varices como molestias de dolor, pesadez o calambres nocturnos en las piernas. Además, mejora el aspecto de las varices y las arañas vasculares.
Finalmente, recordamos que, para prevenir la formación de coágulos sanguíneos, es importante mover las piernas caminando diariamente, o bien realizando ejercicios específicos recomendados por el especialista en flebología.