Con el aumento de las temperaturas en verano las venas tienden a dilatarse y puede derivar en un empeoramiento de la función del retorno venoso en las piernas. A pesar del calor, si queremos combatir las molestias de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y mantener en buen estado de salud en las piernas, es importante no estar demasiado tiempo de pie sin movernos. Puedes salir a caminar durante las horas de menos calor, descansar con las piernas elevadas y refrescarlas cada día, así como llevar una alimentación equilibrada y rica en fibra.

Consejos saludables para combatir las molestias de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC)

Para combatir las molestias de la insuficiencia venosa y aliviar sus síntomas puedes seguir las siguientes recomendaciones:

  • Refrescarte las piernas haciendo un paseo por la orilla del mar.
  • Si te gusta nadar, además de mejorar la salud en general, mejorará tu salud venosa.
  • Camina cada día durante media hora, es la mejor forma para ayudar las válvulas venosas para devolver la sangre al corazón. Para favorecer la circulación sanguínea también puedes hacer ejercicios de elevación de piernas en casa.
  • Hidrata tu cuerpo manteniendo una alimentación saludable para combatir la insuficiencia venosa. En esta época del año, puedes aprovechar para consumir más alimentos de carácter hidratante como la sandía o el melón, las naranjas, los limones, las fresas o los kiwis.
  • Bebe mucha agua. Si prefieres los zumos naturales, tienes combinaciones perfectas como el zumo de zanahoria, piña y perejil, o bien el zumo de uva y naranja, rico en vitamina C y flavonoides.
  • Evita llevar prendas de ropa demasiado ajustada, sobre todo a nivel de la ingle, puesto que dificultan el retorno venoso.
  • Usa un calzado adecuado. Evita los talones de más de 4 cm o los zapatos demasiados planos.

Recuerda que puedes aplicar estos consejos durante el resto del año. La Insuficiencia Venosa es una enfermedad crónica en la cual intervienen varios factores de riesgo como la edad, la genética heredada, el sobrepeso, la vida sedentaria y falta de ejercicio, así como las alteraciones hormonales o el calor.

Ante signos de dolor, hormigueo, pesadez o cansancio en las piernas, es importante que consultes a un médico especializado en flebología.