Las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Y aunque no todas tienen una relación directa con las varices, hay algunas que sí pueden ayudar a prevenirlas. En este artículo vamos a hablar de algunas de las vitaminas más beneficiosas para favorecer la circulación sanguínea y evitar la aparición de varices.

¿Qué vitaminas ayudan a prevenir la aparición de varices?

La buena alimentación, realizar ejercicios y usar prendas de compresión pueden ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con las varices; sin embargo, algunas vitaminas pueden ayudar a prevenir su aparición. La vitamina B3, la vitamina E, la vitamina C y la vitamina K, juegan un papel importante para favorecer la circulación sanguínea en el cuerpo. Además, ayudan a proteger nuestros vasos sanguíneos, fortaleciéndolos y evitando problemas como la hinchazón e inflamación de las venas.

La vitamina B3: ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo. La puedes encontrar en alimentos como la remolacha, las lentejas o el pollo.

Vitamina C: además de fortalecer el sistema inmunológico, la vitamina C ayuda a evitar los coágulos de sangre. Alimentos como las naranjas, las mandarinas, los limones o el kiwi contienen vitamina C.

La vitamina E ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos. Se encuentra en alimentos como el tomate o los frutos secos, como las almendras y las nueces.

La vitamina K es imprescindible para la asimilación de las proteínas, responsables de la coagulación de la sangre. Por lo tanto, da una mayor oxigenación de todas las venas, los órganos y las arterias del cuerpo humano. Además de evitar que aparezcan las venas varicosas, también ayuda a evitar otras enfermedades circulatorias. Se puede encontrar en alimentos como las espinacas, la lechuga, espinacas, el aceite de oliva, etc.

Recuerda, padecer varices implica que hay un problema en la circulación sanguínea del cuerpo y que no sólo afecta a nivel estético, sino también en la salud. Si tienes dudas, consulta con un especialista en flebología para recibir el tratamiento más adecuado.