Los problemas circulatorios en las piernas suelen empeorar en verano. En esta época del año es habitual sentir un mayor cansancio en las piernas, sensación de pesadez, picores, hormigueos y hasta incluso la aparición de nuevas varices.
La enfermedad venosa en verano
La circulación venosa en las piernas se hace más difícil durante el verano debido a las altas temperaturas. Con el calor, las paredes de las venas se dilatan y el retorno venoso es más lento. Por lo tanto, también es más frecuente que aparezcan nuevas varices, venas varicosas o arañas vasculares.
Cómo reducir las molestias causadas por problemas circulatorios en las piernas
Las causas de los problemas circulatorios pueden ser diversas. Además del calor del verano, los factores hereditarios, el sobrepeso, una mala alimentación, la falta de ejercicio y otros, pueden contribuir a dificultar el retorno venoso en las piernas.
Hoy detallamos algunos consejos para disminuir las molestias en las piernas y mejorar la circulación de las venas:
- Evita permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo. Lo conveniente es cambiar de postura con regularidad y levantarse cada cierto tiempo para mover las piernas.
- Practica algún deporte de leve intensidad para mover las piernas, como por ejemplo dar un paseo en bicicleta o caminar durante media hora al día a un ritmo moderado.
- Evita exponer las piernas directamente al sol durante las horas más intensas de calor. Es conveniente refrescar las piernas en la piscina o en la playa, como por ejemplo dando un paseo por la orilla del mar. En casa, se pueden utilizar geles de masaje frío o aplicar duchas de agua fría en las piernas para disminuir la sensación de cansancio y mejorar la circulación.
- Mantén una dieta equilibrada rica en fibra y antioxidantes para favorecer que la sangre circule de forma más fluida. Acompaña la dieta bebiendo al menos 2 litros de agua al día.
- Evita en lo posible el tabaco, ya que influye directamente en el deterioro de las venas y, a la vez, en el sistema circulatorio del cuerpo.
En verano, como también durante el resto del año, es un momento importante para seguir cuidando la salud de nuestras piernas. Por lo tanto, esta época del año también es apropiada para ponerse en manos de un médico especializado en flebología.
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